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Foto del escritorJoshua Denegri

La Internacionalización y la Calidad de la Educación Superior

Actualizado: 12 jun 2023


Las dimensiones de calidad en la internacionalización
La calidad de la internacionalización

La internacionalización en la educación superior se presenta como un proceso integral de transformación e innovación que debe permear en los distintos niveles de gestión de las instituciones. En este sentido, la internacionalización como atributo del currículo juega un papel crucial en la mejora de la calidad de los programas académicos.


En primer lugar, la internacionalización fomenta la diversidad y la inclusión en las instituciones. Al abrir las puertas a estudiantes y docentes internacionales, se enriquece el ambiente de aprendizaje al promover la interacción entre personas de diferentes culturas, perspectivas y experiencias. Esta diversidad contribuye al desarrollo de competencias interculturales y globales en los estudiantes, preparándolos para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más globalizado.


En segundo lugar, la internacionalización estimula la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. La presencia de docentes internacionales en las instituciones de educación superior aporta una perspectiva global a los programas académicos y promueve la transferencia de conocimientos y mejores prácticas. Además, la colaboración y el intercambio académico internacional brindan oportunidades para el desarrollo de investigaciones conjuntas, la publicación en revistas científicas y la participación en conferencias internacionales, lo que eleva la calidad de la producción académica.


En tercer lugar, la internacionalización fortalece la empleabilidad de los graduados. En un mundo globalizado, las habilidades y competencias internacionales son cada vez más valoradas por los empleadores. La internacionalización proporciona a los estudiantes experiencias prácticas, como programas de intercambio, prácticas profesionales o proyectos de colaboración internacionales, que les permiten desarrollar habilidades transferibles, adaptabilidad cultural y una mentalidad abierta, aumentando sus oportunidades de empleo y su capacidad para enfrentar los desafíos del mercado laboral global.


Sin embargo, a pesar de su importancia, la evaluación de la internacionalización ha tendido a centrarse en indicadores superficiales, como la movilidad o la producción científica, relegando la evaluación de los aspectos que realmente reflejan su impacto. El Banco Mundial en 2015 evidenció un desajuste entre las declaraciones que destacaban la relevancia de la internacionalización para mejorar la calidad de la enseñanza e investigación, y la falta de políticas institucionales y nacionales que consideraran la dimensión internacional como un indicador fundamental del proceso.


Esto puede evidenciarse en la mayoría de los modelos de evaluación y aseguramiento de la calidad de la educación superior, que priorizan la movilidad de estudiantes, la producción académica o el número de convenios de colaboración interinstitucional como resultados de la internacionalización, pero rara vez valoran el aporte de la internacionalización en el diseño curricular, los resultados de aprendizaje o su impacto en la sociedad. Esta falta de atención a la internacionalización en la evaluación de la calidad limita su potencial impacto y su contribución a la formación de estudiantes competentes en un entorno globalizado.


Es alentador observar que Colombia ha dado pasos significativos en la incorporación de la internacionalización como dimensión evaluativa en los programas académicos. Por ejemplo, en los lineamientos de acreditación de alta calidad del Consejo Nacional de Acreditación se establece la necesidad de evidenciar el impacto de la internacionalización del currículo a través de acciones de mejoramiento continuo, análisis académico de las tendencias internacionales y evaluación de buenas prácticas identificadas en la interacción con comunidades académicas extranjeras.


Sin embargo, aún se requiere un mayor énfasis en la adopción de estándares y criterios evaluativos pertinentes para la internacionalización en los modelos de aseguramiento de la calidad. Es esencial valorar aspectos como la inclusión de la internacionalización en la cultura de aseguramiento de la calidad de la institución, la generación de evidencias del impacto en la formación de los estudiantes y en la sociedad, así como la implementación de procesos de seguimiento permanente de la eficacia de las actividades de internacionalización en el marco de un proceso de autorregulación.


Es necesario que las instituciones desarrollen políticas integrales y estratégicas de internacionalización, que incluyan el diseño curricular, desarrollo de competencias internacionales e interculturales, la formación del profesorado, el apoyo a la movilidad estudiantil y la colaboración académica internacional. Además, se deben establecer mecanismos de evaluación y seguimiento que permitan medir y mejorar el impacto de la internacionalización en la calidad de la educación superior.


En conclusión, la internacionalización en la educación superior puede contribuir significativamente a la calidad de las instituciones académicas. Sin embargo, es necesario un enfoque crítico que vaya más allá de los indicadores superficiales y considere la integralidad de la internacionalización en el diseño curricular, los resultados de aprendizaje y su impacto en la sociedad. La adopción de estándares y criterios evaluativos más pertinentes permitirá una evaluación más precisa y efectiva de la internacionalización y su contribución a la calidad de la educación superior. Solo a través de una evaluación rigurosa se podrá maximizar el potencial de la internacionalización como un medio para formar profesionales competentes y ciudadanos globales en un mundo cada vez más interconectado.

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